Cultivar cáñamo en interiores para principiantes: guía rápida

 

¿Qué fumeta no sueña con autoabastecerse de cannabis? Pero, ¿cómo puedes abastecerte de cannabis y qué necesitas? Eso es lo que descubrirás en esta guía de cultivo de interior. Aunque también puedes poner las plantas en el balcón o en el alféizar de la ventana, obtendrás mejores resultados si utilizas un kit de caja de cultivo para principiantes. Incluso con unas pocas de tus propias plantas, puedes abastecer adecuadamente un consumo normal - si lo haces de la forma correcta.

 

Esta guía para cultivar tu propia hierba en interior te explica todo lo que necesitas y en qué debes fijarte.

 

Además de elegir las semillas y el equipo adecuados, todo gira en torno al cuidado apropiado. Las plantas necesitan las condiciones adecuadas para desarrollarse de forma ideal.

 

Esta guía de cultivo de interior está dedicada en primer lugar a la elección correcta de las semillas, el sustrato y la germinación. A continuación, se trata de encontrar la iluminación y el abono adecuados. Por último, la información sobre las fases de crecimiento y floración, así como la cosecha y el secado adecuados, completan el material.

 

Por supuesto, cada uno de estos temas es tan extenso en sí mismo que hay libros enteros sobre ellos, pero esta guía toca y resume la información más importante que es fundamental para el éxito del cultivo.La técnica mejorará naturalmente con el tiempo.

 

Existen miles de variedades diferentes, que se diferencian, por ejemplo, en el sabor, el aspecto y la potencia.

 A grandes rasgos, las semillas de cannabis se pueden dividir en dos categorías genéticas: Indica y Sativa.

 

Pero quizá un criterio aún más importante para los principiantes sea la distinción entre semillas fotoperiódicas y autoflorecientes. Mientras que las primeras sólo inician la fase de floración cuando las fases de iluminación se acortan y las de oscuridad se alargan, las autoflorecientes lo hacen por sí mismas, independientemente de la duración de la iluminación. Esto las hace menos propensas a errores, por lo que las semillas con autogenética son ideales, especialmente para principiantes.

 

Pero además de eso, hay muchos otros rasgos en los que puede influir la genética. Por ejemplo, si una planta es resistente al frío, al moho y a los parásitos, y cuántos cuidados y atención requiere.

 

Por lo tanto, los principiantes deben prestar suficiente atención a la correcta selección de semillas y elegir cepas Auto tan resistentes como sea posible, como Auto Grapefruit, Auto Gorilla Zkittlez o Auto Chocolate Skunk XXL. Esto es más aconsejable al principio que guiarse únicamente por el mayor rendimiento (potencialmente posible).

 

 

Hay varias opciones para cultivar cáñamo. La más sencilla y fácil para los principiantes es cultivar en tierra. La tierra suele contener suficientes nutrientes para que las plantas aguanten las primeras semanas. Si se utiliza fibra de coco o cultivos hidropónicos como la arcilla expandida, hay que añadir nutrientes y fertilizantes desde el principio. Además, la tierra es más indulgente con los errores de los principiantes que los otros sustratos. En cualquier caso, debes asegurarte de utilizar un sustrato especialmente diseñado para el cultivo de cáñamo. Puedes conseguirlo en la tienda de cultivo o en Internet.

 

También existen todo tipo de métodos diferentes para la germinación. En última instancia, sin embargo, depende de la humedad, la temperatura y la luz. Las técnicas más utilizadas son la germinación en un vaso de agua o en papel de cocina húmedo. Aunque permiten ver el resultado prácticamente en directo, ya que las semillas están expuestas, son propensas a sufrir daños, ya que después hay que trasplantar la semilla recién germinada. Por lo tanto, una forma más segura de germinar semillas de cannabis es plantarlas directamente en tierra empapada y dejar que germinen allí. También se pueden utilizar frascos de germinación o bloques de lana de roca. El mejor momento para dejar germinar las semillas es la primavera, pero la germinación también tiene éxito aparte de eso, si se simulan las condiciones adecuadas (humedad alta, calor moderado).

 

Cuando aparece la primera hoja verdadera, comienza la fase de crecimiento. En esta fase, el cáñamo necesita mucha luz. Al menos 14 horas de luz al día. Sin embargo, la mayoría de los cultivadores prefieren un ritmo de 18:6. Es decir, 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Porque cuanta más luz reciban las plantas, mejor se desarrollarán. La iluminación se puede controlar fácilmente con un temporizador, para que no te olvides de encender y apagar la lámpara. Además de luz, las plantas de cannabis necesitan nutrientes durante la fase de crecimiento. Éstos se suministran a las plantas a través del fertilizante, que suele añadirse simplemente al agua que se utiliza para regar. Pero hay que tener cuidado con la dosis de fertilizante. Más no es automáticamente mejor. Demasiado abono también puede hacer que las plantas no se desarrollen correctamente.

El tipo de abono que necesitas viene determinado principalmente por el sustrato que utilices. Dependiendo de si cultivas en tierra, coco o hidroponía, existen diferentes mezclas que se complementan a la perfección con el sustrato en cuestión.Los abonos químicos son especialmente adecuados para el cultivo hidropónico, mientras que los abonos orgánicos se recomiendan para el sustrato orgánico. Además de nutrientes como calcio, magnesio, fósforo, silicio o nitrógeno, el valor del pH también debe ser correcto. Puede determinarlo usted mismo fácilmente con un medidor de pH y ajustarlo después con pH-Plus o pH-Minus. Para la tierra, el valor de pH ideal es de 6,0-6,5 y para la fibra de coco de 5,5-6,0.

 Para los principiantes, se aplica lo siguiente en lo que respecta a los fertilizantes; Limitar el uso de fertilizantes a lo esencial. Hay muchos medios que prometen el azul del cielo. Pero, como ya se ha dicho, hay que tener cuidado con el exceso de fertilización. Además de los abonos, existen otros medios de crecimiento, como las hormonas de enraizamiento.

 

 

Básicamente, hay tres tecnologías principales que desempeñan un papel. Varios factores determinan qué lámpara debe utilizar para producir cáñamo. Entre las lámparas de descarga de alta intensidad se encuentran las de halogenuros metálicos y las de vapor de sodio. Son relativamente baratas de comprar y funcionan de forma fiable. Sin embargo, se necesita un balasto y, posteriormente, MHL para la fase de crecimiento y NDL para la fase de floración. 

La potencia depende del número de plantas o del espacio a iluminar. En la tienda online de Linda Seeds, hay un económico set NDL de 600W que incluye balastro y reflector.

 

Una alternativa más cara pero mejor es utilizar lámparas LED especiales. Éstas son variables en la luz que emiten. Por lo tanto, se puede utilizar una misma lámpara para acompañar tanto la fase de crecimiento como la de floración. Y aunque el precio de compra sea más elevado, las LED sólo consumen la mitad de electricidad que las lámparas convencionales. Esto significa que el mayor precio de compra también puede amortizarse económicamente al cabo de unos pocos ciclos de cultivo. De hecho, otra ventaja de la tecnología LED es que puede brillar muchas veces más que las lámparas convencionales, que normalmente hay que sustituir cada año. En el surtido de Linda Seeds encontrará lámparas de cultivo LED de diferentes potencias (por ejemplo, 200, 300, 465 y 600 W).

 

 

Al final del ciclo de cultivo, hay que cosechar el cáñamo y secarlo. A la hora de cosechar, lo más importante es esperar el momento adecuado sin tardar demasiado. Normalmente, el envase de las semillas indica cuánto dura aproximadamente la fase de floración. Sin embargo, tú mismo tienes que determinar el momento exacto. Debes cosechar tu cannabis cuando la mayoría de los tricomas cambien de color de transparente a lechoso. La mejor forma de verlo es con una lupa o un microscopio especial para hierba. Si los tricomas se vuelven amarillentos o marrones, has esperado demasiado.

 

Antes de liar el primer porro, el cáñamo tiene que secarse. Para ello, hay que cortar el cáñamo para liberar los cogollos del exceso de hojas y tallos. A continuación, los cogollos se cuelgan en un cuarto oscuro y se dejan allí entre una y tres semanas. La temperatura debe ser de unos 21 grados y durante este tiempo, los cogollos no sólo maduran de sabor, sino que también pierden sustancias amargas, lo que los hace realmente comestibles. Otra posibilidad es secar el cáñamo en un deshidratador. Esto es más rápido, pero no tan práctico para grandes cantidades. Las semillas de cannabis también deben secarse, así tendrás listo el material para la próxima siembra.