Sunset Paradise strain

 

Sunset Paradise es un híbrido exótico de predominancia Indica con una genética excelente y cogollos gordos y sabrosos que harán las delicias de cualquier amante del cannabis. En el cultivo interno de Paradise Seeds, la cepa Sunset Paradise ha sido mejorada para obtener un sabor mejorado y una potencia aún mayor. Para ello, cruzaron el híbrido extremadamente potente Thin Mint GSC, un corte especial de Girl Scout Cookies, con el híbrido Sunset Sherbert.

 

La relajante maravilla Sunset Paradise no es para consumidores inexpertos. La hierba tiene un contenido de THC de alto a muy alto, del 20% - 22%. Después de una primera ola de euforia, la hierba tiene un efecto extremadamente relajante en el segundo paso. Debido a sus intensas cualidades de relajación física, la hierba también es popular entre los usuarios medicinales. Sunset Paradise permite mantener la concentración y la productividad. Es el antídoto perfecto contra el estrés de la vida cotidiana.

El complejo aroma de este potente híbrido se define por notas cítricas, de bayas y de lavanda. Tras el secado, el aroma a lavanda se vuelve aún más prominente.

 

Las semillas feminizadas son adecuadas tanto para el cultivo interior como exterior. Gracias a sus características de crecimiento compacto, un estiramiento moderado y por lo tanto una altura media de un metro, la planta es muy adecuada para pequeñas áreas de cultivo interior. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el rendimiento para un cultivo de interior de 500 g/m² es significativamente inferior al rendimiento posible para un cultivo de exterior. Al aire libre, se pueden cosechar hasta 650 g por planta, la altura media aquí es de 2,2 m. El tiempo de floración es de sólo unos 50 días, Sunset Paradise es por lo tanto récord de rapidez. En las regiones septentrionales, la cepa termina de florecer a principios de octubre.

Sunset Paradise es muy robusta y presenta un patrón de crecimiento rápido y abierto. Los tallos y las hojas brillan en rojo y púrpura después de algún tiempo. Numerosos cálices producen gruesos racimos de flores que rápidamente forman cogollos grandes e increíblemente resinosos. La producción de resina se intensifica en la segunda fase de la floración. Después, los cogollos se cubren de pistilos anaranjados y tonos púrpuras.